La confirmación de la candidatura del primer primer portugués, José Manuel Durao Barroso, para sustituir a Romano Prodi al frente de la Comisión Europea se resistía ayer, a la espera del resultado de las consultas que mantenía el primer ministro irlandés, Bertie Ahern, con los líderes europeos y tras la reticencia de los socialistas europeos al nombramiento. En Portugal, la oposición se disponía a exigir elecciones anticipadas cuando Durao formalice su dimisión para ir a Bruselas.

Durao esperaba anoche el resultado de las consultas de Ahern para hacer una declaración pública de aceptación de la candidatura, después de que el viernes se diera por casi segura su marcha a Bruselas. El primer ministro irlandés se limitó a expresar ayer su confianza en poder nombrar presidente el martes. Sin despertar un gran entusiasmo, Durao se afianzó en los últimos días como el candidato de mayor consenso para presidir la Comisión. Sin embargo, ayer, el Partido Socialista Europeo emitió un comunicado expresando sus "dudas".