Los trabajadores del metro de Sâo Paulo han suspendido hasta este miércoles por la noche, víspera de la inauguración del Mundial de Brasil, la huelga que durante varios días ha paralizado la mayor urbe del país. El sindicato ha tomado esta decisión tras el endurecimiento de la posición del Gobierno regional, que ha despedido a 42 trabajadores por actos vandálicos, ha amenazado con más bajas si no se normalizan las actividades e incluso ha autorizado a la policía a dispersar con gases lacrimógenos a los manifestantes.

Los conductores y los ingenieros, los dos grupos que han secundado el paro, han acordado volver al trabajo en una asamblea celebrada tras el fracaso de las conversaciones "para demostrar la disposición a negociar", pero el jueves, horas antes del encuentro entre Brasil y Croacia que dará el pistoletazo de salida a la competición, decidirán el futuro de las protestas en una nueva reunión.

El suburbano es el principal medio de transporte para acceder al el escenario del partido, el estadio Arena Corinthians, que está a unos 25 kilómetros del centro. Las autoridades calculan que unos 50.000 aficionados se desplazarán en metro, por lo que su correcto funcionamiento es clave. Basta con decir que la semana pasada la ciudad batió su propio récord de atascos, llegando a alcanzar los 271 kilómetros a pesar de que el suburbano iba al 100% de su capacidad.

Paro "abusivo"

El gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, ha justificado el endurecimiento de las medidas en la resolución del Tribunal Regional de Trabajo, que el domingo declaró ilegal la huelga por considerarla "abusiva" y determinó que los sindicatos debían pagar una multa de 500.000 reales (unos 163.431 euros) diarios en caso de mantener el paro. El mismo tribunal, en una audiencia de conciliación, también ha decidido que el metro debe conceder un aumento salarial del 8,7 % a sus empleados, frente al 12,2 % que reclamaban los huelguistas.

"Podíamos haber llegado a un acuerdo hoy mismo si los despidos hubiesen sido negociados", ha afirmado el presidente del Sindicato de los Operadores de Metro, Altino Melo dos Prazeres, tras el fracaso del encuentro de tres horas con representantes de la gobernación. "Estamos a tres días del Mundial. El sindicato no tiene la intención de perjudicarlo. La huelga era por reivindicaciones laborales y ahora está centrada en los despidos", ha añadido.