La nueva Comisión, que nace tras una crisis sin precedentes, se enfrenta a numerosos retos. Para recuperar su autoridad, el presidente Durao Barroso apuesta por el trabajo en equipo y por mejorar la comunicación. La Constitución ya está firmada por los líderes europeos, pero necesita aún ser ratificada por los estados. Por otro lado, el proceso de ampliación de la UE cuenta con el problema de Turquía. El Consejo Europeo debe decidir el 17 de diciembre si abre o no negociaciones con Ankara. El presupuesto 2007-2013 amenaza con ser un caballo de batalla entre la Comisión y los estados. La UE pide más dinero para integrar a los nuevos miembros, pero los gobiernos no quieren pagar más.