La Unión Europea (UE) ha calificado el referendo convocado por Crimea como "contrario a la Constitución de Ucrania y por tanto ilegal" en la cumbre extraordinaria celebrada en Bruselas por los líderes de los Veintiocho. La UE se ha alineado de este modo con la posición de las nuevas autoridades de Ucrania y defendió la integridad territorial y la independencia del país. "El referendo de Crimea es una decisión ilegítima y no tiene base legal alguna. El Gobierno de Ucrania pide a Rusia que no apoye a los que buscan el separatismo. Crimea es y será una parte integral de Ucrania", ha afirmado con contundencia el nuevo primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, tras reunirse con líderes europeos antes de la cumbre europea.

La cancillera alemana, Angela Merkel, ha rechazado cualquier paralelismo de la situación de Crimea con el referendo en Kosovo o en Escocia. "La independencia de Kosovo fue el resultado de un proceso muy largo donde se valoraron los pros y los contras, mientras que en la decisión unilateral de Crimea se trata de un proceso ultrarrápido de diez días", ha explicado Merkel.

"El referendo de Escocia también es el resultado de unas conversaciones y un acuerdo con el Gobierno británico, mientras que aquí estamos hablando de una decisión unilateral de Crimea", ha añadido la cancillera.

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, muy preocupado por el soberanismo catalán, también ha destacado con satisfacción en unas apresuradas declaraciones al abandonar la cumbre que los Veintiocho habían calificado de "ilegal" el referendo de Crimea.

La OTAN asimismo ha pedido de nuevo a Rusia que detuviera su escalada militar en Crimea y que replegara sus tropas a sus bases permanentes. "No debería haber ningún intento de redibujar las fronteras en el mapa de Europa en el siglo XXI", ha insistido el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen. La actual crisis de Ucrania "es la amenaza más grave a la seguridad de Europa desde el final de la Guerra Fría", ha añadido Rasmussen.