Es uno de los jóvenes magos aragoneses con más proyección. Buena prueba de ello es que en el pasado Memorial Pepe Carroll recibió el premio del Público con un número creado en su totalidad por él mismo.

—¿Qué le supuso ganar el premio del público del Memorial Pepe Carroll?

—Un momento de emoción, de sentir que había conseguido algo tan importante como el premio del público. Además, era algo nuevo para mí porque ha sido el primer premio que he ganado y de no esperar absolutamente nada a ganar el del público, que es la opinión de todos los magos que había presentes, fue un momento de orgullo.

—Todo el mundo destacó, además, que ganó con un número creado por usted mismo.

—Es un número que estuve preparando durante algunos meses, lo empecé a mediados de verano y al final de verano tenía la estructura básica y luego con ayuda de muchos amigos lo fui puliendo, sobre todo con el presidente de la Asociación Mágica Aragonesa, Chema Rueda, con los miembros de El sótano mágico, Pepín Banzo, Pepe Lirrojo y Sergio Cisneros, y otros magos de mi edad.

—¿Su especialidad son las cartas?

—Sí, me gusta mucho, había hecho manipulación antes pero lo que más desarrollo ahora es magia de cerca.

—¿Cómo llegó a la magia?

—Con diez años, a mí me gustaba mucho la magia pero solo verla, y un día me animé a hacer algo, cogí una baraja y empecé a hacer cosas de manera autodidacta y muy rudimentaria, muy de andar por casa. Luego ya al tiempo, a los dos o tres años, descubrí que mi padre de pequeño era como yo, también había hecho algo de magia junto a algún familiar más y ya la afición fue creciendo y hasta ahora.

—¿Qué tiene la magia que le gusta a todo el mundo?

—Su fortaleza es la emoción que se siente en el momento al ver algo que aparentemente es imposible. La magia es eso y transmitir la pasión con la que lo estás haciendo y que la gente se vaya a casa con algo nuevo, que no vaya a ver algo que puede ver en cualquier sitio.

—¿Cuánto practica?

—Menos de lo que me gustaría aunque le dedico tiempo. Siempre que estoy estudiando o leyendo estoy con unas cartas en la mano, haré una hora y media al día de normal.

—¿Cuáles han sido sus referentes?

—De pequeño me gustaban los magos que veía en la tele pero cuando ya me fui metiendo en el mundo conocí a Henry Evans que es un mago argentino que para mí es uno de los mejores de magia de cerca, me ha impresionado mucho.

—Que haya un lugar como El sótano mágico en Zaragoza es un auténtico lujo, ¿no?

—Sí, porque lo bueno que tiene, aparte de traer magos de todo el mundo, es que permite a los magos profesionales y amateurs actuar en un sitio con público un día al mes. Es un muy buen lugar para ir quitándote el pánico escénico e ir creciendo.

—¿Le gustaría vivir de la magia?

—¡Claro! Me encantaría vivir de la magia, poder viajar, actuar en sitios que nunca me habría imaginado, sería algo increíble.