Ha cumplido 40 años con la PAI, que ha montado ‘Río y juego’ para el Pilar, y ya prepara una nueva edición de cine para niños de 6 a 12 años. Empezará con Buster Keaton, nada menos. Para disfrutarlo hay que ir a ‘lalinterna.info’.

—¿No son muchos 40 años (todos) con la Promotora de Acción Infantil (PAI)?

—Sí. Cuando comenzamos no había nada para niños en las ciudades. Empezamos con las fiestas del Pilar y poco a poco nos fuimos consolidando, teatralizamos las actividades y al final nos consagramos.

—Tiene mérito hacer reír tanto tiempo.

—Sí. Tiene mérito, pero se debe a la organización del grupo, que ha sido muy interesante. Hemos funcionado como cooperativa, todos juntos, sin liderazgos marcados. Vamos despacio, pero llegamos más lejos. Empezamos solo como animación en las plazas y luego nos fuimos metiendo en trabajos más culturales y educativos. Intentamos cubrir lagunas que en la educación no se dan como el cine.

—En su caso, más que un trabajo parece un modo de vida.

—Sí. Es una vocación. No solo en mi caso, en todos. De los once que estamos, siete venimos desde el primer día.

—¿Han cambiado mucho los niños?

—Los niños en sí no. Ha cambiado su manera de jugar, con tablets, móviles... Pero cuando les ofreces cosas naturales se enganchan enseguida. Se apropian de los juegos de sus abuelos a la primera. Lo que sí cuesta más es sacarlos a la calle.

—¿Hay menos cultura del esfuerzo?

—Claro. Por eso hemos bajado la edad. Ahora trabajamos para niños más pequeños. Antes jugábamos con niños de 10 o 12 años, pero ahora esos chavales se sienten autónomos y eligen otras cosas.

—¿Hay que hacerles reír de otra forma?

—No. Las risas siguen siendo espontáneas, se ríen con los gags de toda la vida.

—Es un tremendo reto el de ‘La linterna mágica’: proponerse que los niños vean cine en blanco y negro, incluso mudo.

—Es difícil, sobre todo con cine no comercial. Pero ver a Chaplin en pantalla grande hoy en día para ellos es imposible, no tiene precio.

—¿Y aguantar un par de horas?

—Sí. Lo bueno que tienen en La linterna mágica es que se sientan con un montón de niños más. Compartir la risa en una sala sin sus padres es una gozada, y más en la sala grande de los Palafox, que es una chulada. Ves a 700 niños sentados en silencio y, de repente, estallar en risas. Eso es magia. A veces nos quedamos con el micrófono en la sala, hacemos gags, explicamos cosas de la película...

—Este año empiezan con Buster Keaton, nada menos.

—Sí, el 26 de octubre, con El navegante. La verán y se partirán de risa, seguro. Es una gozada ver a los niños disfrutar con una película que tiene casi un siglo.

—¿No hay que empujarlos entonces?

—Un poco al principio, pero en cuanto se hacen socios del club les gusta repetir, hacen amigos... Les hacemos un pequeño teatrito antes de cada película para que la entiendan mejor. La linterna... son tres patas. Primero reciben una revista en casa, después va el teatrito y, por último, la película. La idea es suiza. La importamos y ahora la hemos exportado a México y Argentina. Pero para verla hay que apuntar en lalinterna.info, que no se olvide.