Los malanquillanos celebraron el pasado sábado 21 de agosto un día grande con motivo de la inauguración del molino de viento.

Tras los trabajos previos de restauración, que han contado con un inversión cercana a los 127.000 euros, financiados por la Diputación de Zaragoza, el ADRI Calatayud-Aranda y la comarca Comunidad de Calatayud a través del Plan de Dinamización del Producto Turístico; ya está en funcionamiento y dispuesto para moler grano. Prames ha sido la empresa encargada de llevar a cabo las labores de restauración.

En un día muy caluroso el alcalde de la localidad, Abraham Raúl Sánchez, acompañado por el vicepresidente segundo de la Diputación provincial, Juan Antonio Sánchez Quero, y por el cronista de Malanquilla, Antonio Sánchez, fueron los encargados de inaugurar la remodelación de este símbolo tan emblemático de la localidad que supone otro atractivo turístico más para la zona. Además de admirar el molino, la jornada festiva continuó con una visita por otros rincones patrimoniales de la localidad como la nevera, los lavaderos y la fuente de los tres caños. A continuación hubo una comida popular en el pabellón, juegos infantiles y música y baile hasta altas horas de la madrugada.

El edificio es uno de los pocos molinos harineros que quedan en Aragón, se encuentra a unos 300 metros del casco urbano, sobre un altozano en la que el viento sopla con fuerza, data del s. XVI y tiene 21,2 metros de circunferencia y alcanza los nueve metros de altura. Un emblema de la localidad y parte del patrimonio industrial de la comarca Comunidad de Calatayud.