Los festejos comenzaron con el tradicional chupinazo disparado desde la plaza del Ayuntamiento, tras el cohete comparsa de cabezudos, uno de los actos "que hemos querido impulsar este año, ya que es uno de los más tradicionales y hace unos años había perdido fuerza", comenta el concejal de Juventud y Festejos, José Manuel González.

El mismo día se inauguró una magnífica exposición de óleos, acuarelas y partituras de los hermanos Marcén, de San Mateo, y tuvo lugar un magnífico concierto a cargo de la Banda de la DPZ. Por la noche, discoteca light para los más jóvenes y, para los marchosos charanga animada por una traviesa Bruja.

El sábado comenzó con un almuerzo popular para los más madrugadores, o trasnochadores, luego, recorrido de caza y concentración equina, "otro de los atractivos de estas fiestas que ha contado con una grata acogida por parte de los vecinos", explica el concejal de festejos.

Ya por la tarde, café-concierto con un espectáculo de monólogos. Por la noche estaba prevista la actuación del grupo de música tradicional ecuatoriana de la Asociación Cultural "Las Galápagos", pero éste hubo de suspenderse a causa de la lluvia. Fue el único acto que hubo de suprimirse en estos festejos, "pero hemos llegado con ellos a un acuerdo y vendrán a San Mateo para las fiestas de agosto", apunta José Manuel González.

El domingo el evento estrella fue el concurso de paellas, una iniciativa pionera en el municipio, en la que tomaron partido 250 personas, agrupadas por peñas. Los ganadores fueron "Los Marbellíes", quienes recibieron como premio un jamón y una paellera. Para el concejal de Festejos los actos "han sido un éxito, ya que ha habido propuestas para todos los públicos y han estado bien organizados gracias a la ayuda desinteresada de los componentes de la Comisión de Fiestas, quienes han velado porque todo saliera correctamente".