Durante la mañana del pasado 30 de noviembre y convocados por la Plataforma por la Huerta Zaragozana, alrededor de 50 personas recorrieron en bicicleta la huerta de Movera regada por la acequia de Urdán, realizando diferentes paradas a lo largo de los 25 kilómetros de recorrido. Un grupo de agricultores que estaban recogiendo coles les explicaron que para ellos no había sábados ni domingos, y los cambios que se han producido en la forma de comercialización desde que iban a la puerta del Mercado Central a vender en la calle. También les hablaron de la desinformación existente entre los consumidores que por lo general demandan la estética del producto, más allá de conocer su calidad, el sabor y la forma en que ha sido producido. Y les pusieron como ejemplo cómo la gente no quiere encontrar pulgones en las lechugas, cuando precisamente si no los encuentran es un síntoma de haber sido tratadas con productos químicos, y la importancia de educación del consumidor.

A continuación, los participantes en este paseo visitaron la Torre Virreina en la que se les explicó el origen y la evolución de la torre, así como el proyecto de formación de agricultura ecológica que se desarrolla a través de Ozanam con alumnos de inserción cuya producción íntegra se lleva al Proyecto Redistribuye del Ayuntamiento de Zaragoza. En la Torre de San Lázaro les contaron también la evolución de los cultivos en la zona que de ser un área dedicada al cultivo de melones, la contaminación del Gállego provocó que se abandonará este cultivo y en la actualidad son los cultivos de trigo, alfalfa y maíz transgenico los predominantes.

La última parada se llevó a cabo en el Lugarico de Cerdán donde Mario y Nacho contaron su proyecto de agricultura ecológica de proximidad. Mario se lanzó a esta iniciativa de querer vivir de la tierra y proporcionar alimentos ecológicos de calidad a la ciudad y cree firmemente en que esto es posible. Nacho se incorporó también a esta explotación Sabores Próximos, que comercializa sus productos fundamentalmente de forma directa al consumidor y a algunas tiendas. Ellos son un ejemplo de jóvenes agricultores convencidos de que el trabajo de agricultor es una forma de nuevos empleos, que aprovechen la tierra fértil de Zaragoza y su entorno para avanzar hacia la soberanía alimentaria. Allí, y para comprobar los sabores de sus productos, obsequiaron a los participantes con pan con aceite y tomate.

La plataforma, que cuenta con el apoyo de muchos colectivos y asociaciones vecinales, explicó asimismo sus objetivos y las jornadas realizadas del 10 al 19 diciembre. En estas sesiones se quiso mostrar a los ciudadanos los beneficios y las experiencias existentes con la producción y el consumo ecológico en el entorno de las ciudades, como Zaragoza. El centro Joaquín Roncal acogió diferentes charlas informativas que trataron de reflexionar, en base a experiencias de otros territorios, las "opciones para recuperar una huerta productiva y agroecológica".