La residencia universitaria que se ubicará en el antiguo cuartel de Pontoneros saldrá a licitación pública en junio del 2014. Así lo anunció el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, el pasado 20 de diciembre. Con un presupuesto de 15 millones de euros, este proyecto forma parte del programa de rehabilitación del Casco Histórico del ayuntamiento. Se realizará en dos fases, aunque la contrata puede hacerlo en una, y estará al 100% operativo en cuatro años, como máximo.

El equipo de Gobierno aprobó los pliegos que contemplan la rehabilitación del bloque de viviendas y el del cuartel. Se construirán como mínimo 242 alojamientos con un precio medio de 395 euros por cada uno, que nunca podrá exceder el coste de las habitaciones de la residencia de Zaragoza Vivienda de Parque Goya. Así, el nuevo equipamiento tendrá usos residenciales para alumnos y profesores, así como culturales, comerciales y deportivos.

El proyecto presentado por el consistorio contempla hasta cinco posibles edificios, los dos ya existentes y tres espacios que podrían ser urbanizados. Todos ellos, además de los alojamientos, tienen espacios para abrir pequeños comercios e implantar espacios comunes como comedores, bibliotecas o salas de ocio. Según los pliegos, la puesta a punto de esta residencia universitaria en el Casco se desarrollará en dos fases, cada una de ellas de 24 meses.

DOS FASES

En la primera se rehabilitará el edificio de viviendas, el más cercano al Pignatelli. El coste ascendería a 7,13 millones de euros y permitiría levantar dos bloques de nueva construcción. Es en este donde se encuentran los restos arqueológicos catalogados y que serán rescatados. La segunda, correspondiente al edificio cuartel, y que podría ejecutarse de forma paralela a la anterior si la empresa así lo decide, conlleva una inversión de 8,24 millones de euros.

La concesión será por 40 años y la empresa que se encargue de hacer realidad este proyecto pagará anualmente un canon de 60.000 euros al Ayuntamiento de Zaragoza. Desde el consistorio se han redactado unos pliegos "flexibles" que faciliten el concurso a las contratas. Así, la concesionaria tendría que elaborar el proyecto, realizar las obras y explotar la residencia pero esto no excluye que pueda arrendar ciertos servicios como el de lavandería, cafetería u otros comunes.