La reinterpretación del lujo británico. Así se podría resumir lo que ha sucedido con el Bentley Flying Spur y su puesta al día. Esta gran berlina procedente de Gran Bretaña ha sido revisada para incrementar la ya de por sí altísima calidad percibida en el interior y mejorar su respuesta al volante, a la par que pulir ligeramente su diseño. Ya está disponible en los concesionarios de Bentley en España, con unos precios que arrancan en los 230.911 euros, una cantidad accesible para muy pocos bolsillos.

Disponible con cuatro o cinco plazas, ya que se puede pedir con una banqueta corrida para tres ocupantes detrás o únicamente dos asientos individuales y una consola entre ellos, el Flying Spur sigue estando propulsado por un motor W12, que ahora es más potente y llega hasta los 625 CV, igual que el Continental GT Speed, otro de los modelos de la marca inglesa. La caja de cambios automática de ocho velocidades ha reemplazado a una de seis. Como la mayoría de los modelos de Bentley, tiene tracción total.

Los cambios más destacados en el apartado mecánico afectan a la rigidez de la carrocería y a la suspensión, con unos muelles y unas barras estabilizadoras menos rígidas, además de una amortiguación de dureza variable con ajustes distintos, así como al control de estabilidad. También son diferentes los neumáticos, de medidas 275/45 R19, con un flanco de mayor altura. Todo ello contribuye a mejorar el confort de marcha. La velocidad máxima que puede alcanzar es de 320 km/h.

Otra medida encaminada a incrementar la comodidad es la presencia de nuevos y mejores materiales aislantes en diferentes zonas de la carrocería como las puertas, el piso y las ventanillas, lo que logra reducir el ruido en el habitáculo, algo a lo que también contribuye los nuevos escapes. Un punto importante del nuevo Flying Spur es que consume menos que todos los modelos precedentes, gracias en parte a la caja de cambios con más velocidades y desarrollos más largos y en parte a la mejor aerodinámica.

Interior renovado

Hasta 600 piezas nuevas hay en el interior, ya que del modelo anterior sólo se conservan los parasoles, las empuñaduras, los reposabrazos y parte de la consola y los controles delanteros. En el habitáculo hay más de 10 metros cuadrados de madera natural, con hasta 12 terminaciones, y nuevos tapizados de piel, hasta 17 diferentes.

En el interior sobresale la nueva pantalla táctil de ocho pulgadas que hay en el salpicadero, que va asociada a un sistema multimedia con navegador y equipo de sonido de la firma Naim. Se puede manejar, junto al sistema de climatización, desde las plazas posteriores mediante un mando a distancia. Opcionalmente hay un dispositivo de conexión a internet vía wifi para diversos aparatos electrónicos y dos pantallas de diez pulgadas tras los reposacabezas delanteros para los pasajeros traseros. Todo ello configura una berlina casi única, donde el lujo y los acabados de calidad suprema se dan la mano junto a la tradición y la modernidad.