En una pared del estudio de diseño de Opel en Russelsheim, muy cerca de Fráncfort, hay un dibujo en el que aparecen los 11 responsables del primer centro europeo dedicado a la realización de proyectos y prototipos de la historia. Diseñadores ilustres para coches ilustres. El estudio, denominado N-10, fue construido como una réplica del que General Motors tenía ubicado en EEUU, en Warren (Michigan), y se inauguró en junio de 1964. "Solo volar es mejor", rezó la campaña publicitaria del primer modelo salido del N-10, el Opel GT.

Hasta la fecha, los fabricantes no dedicaban su tiempo a diseñar los vehículos que producían, sino que se los encargaban a expertos externos dedicados a desarrollar los concept cars. Bertone, Pininfarina, Frua y otros ponían sus lápices al servicio de las principales marcas europeas. El N-10 de Opel rompió con esa tradición, ofreciendo una nueva perspectiva al sector. Este estudio de diseño, cerrado a cal y canto al público, se convirtió en el Fort Knox del automóvil en Europa y tras 50 años de producción de sueños sobre papel y, más recientemente, sobre pantallas digitales, Opel lo abrió a un grupo de especialistas del sector entre los que estuvo AIRBAG.

Desde la inauguración del estudio salieron de sus mesas de diseño los coches más impactantes de los años 60 y 70. El modelo experimental GT fue el primero. Le siguieron los CD, GT1, GT2 y Junior. No todos consiguieron ver la luz, pero sí la mayoría se convirtió en referencia de Opel. Salvando los actuales Corsa, Mokka, Insignia, Meriva y Adam, por citar algunos, los diseñadores coinciden en confeccionar una lista de los más emblemáticos (véase imágenes de la parte superior).

Así, en ese cuadro de honor nos encontramos el primer Opel GT de 1964, el Admirab B de 1969, el Manta A de 1970, el Corsa A de 1982, el Omega A de 1986, el Calibra de 1989, el Kadett E de 1984, el Corsa B de 1993, el Tigra A de 1994, el Zafira A de 1999, el Speedster del 2001 y el Astra GTC del 2011. Todos estos modelos forman parte de una historia que según afirman desde el búnker del N-10 "no ha hecho más que empezar".