Hoy, a las siete de la tarde, en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza se presenta el último libro del filósofo Daniel Innerarity. Mi colega Eva Pérez Sorribes, directora de contenidos de Radio Zaragoza, y un servidor dialogaremos con el autor sobre la cosa de la política... Política para perplejos, como titula él su ensayo.

Para perplejos, sí. Para indignados, estupefactos, asombrados, cabreados, incrédulos, desentendidos, asqueados, impresionados, desquiciados o radicalizados ciudadanos/as. Describir el estado de ánimo de la gente de la calle, de los españoles (quieran serlo o no), no es fácil porque la evolución de los acontecimientos nos ha ido dejando a quienes opinamos sobre la actualidadad política sin términos con los cuales representar el cuadro de una crisis política e institucional sin precedentes desde el fin de la Transición, a principios de los Ochenta. Yo mismo he recorrido el largo camino de los calificativos que sugieren anormalidad hasta encontrarme vacío de palabras. Este fin de semana detecté que a un señor tan de orden y moderación como Zarzalejos, ex director de ABC y actual columnista de El Confidencial, le pasa lo mismo

Astracanada, paripé, comedia, desfase, locura, ceremonia de la confusión, flipe, delirio... Que determinan una democracia en decadencia, formal pero cada vez menos real, depreciada, en regresión, manipulada, prostituida, minada (por la tergiversación de sus propios principios y por la corrupción), secuestrada... Lo cual genera situaciones ridículas, surreales, grotescas, groseras, patéticas, improcedentes, alucinantes, inaceptables, para reír, para llorar, para olvidar... pornográficas, dije yo el otro día, cuando aún me duraba la impresión producida por el infamante vídeo de Cifuentes.

Innerarity, que reflexiona y escribe de manera sistemática desde una racionalidad cartesiana manejada con mucho temple, se limita a admitir que estamos en un estado de perplejidad y lo dibuja con la precisión y la calma de un neurocirujano. De ello hablaremos esta tarde. A ver si sacamos algo en claro.