Los ministerios de Educación y Universidades, junto a las comunidades autónomas, han decidido posponer las pruebas de acceso a la Universidad, conocidas como Evau, como consecuencia de la crisis generada por el coronavirus. De los casi 300.000 alumnos a los que afecta esta medida, algo más de 5.000 son aragoneses. Esta medida es una afección más causada por la epidemia, ya que la interrupción de las clases presenciales puede generar dificultades en el aprendizaje y la formación del alumnado. A pesar de que se ha suspendido la docencia presencial, los centros educativos siguen trabajando a distancia con los estudiantes. Pero es lógico que se busquen nuevas fechas para que la formación no se vea resentida o una mala preparación desde las casas de los jóvenes puedan ir en detrimento de la adquisición de los conocimientos necesarios para acceder a los estudios superiores.