A finales de 2008 había en Aragón 1.807 oficinas bancarias, hoy apenas superan las mil, un 42% menos. La concentración de entidades tras continuas fusiones, la digitalización y factores de rentabilidad siguen impulsando a la banca a nuevos ajustes. Sería conveniente, sin embargo, que los usuarios no pierdan condiciones de acceso y eficiencia en las gestiones de sus sucursales, en las que cada día se notan nuevos recortes, en perjuicio de los mayores.