En 1678, las Cortes de Aragón decidieron construir en Zaragoza una capilla en honor de Santa Isabel, hija de Pedro III, infanta de Aragón, que había nacido en el palacio de la Aljafería y más tarde sería reina de Portugal. En esta capilla se celebró el sábado pasado una boda que reunió a la flor y nata de la sociedad zaragozana, dada la notoriedad de las familias de los novios. Pues bien, durante la ceremonia los invitados no perdieron detalle de los escudos de Aragón que jalonan las cúpulas, con sus cabezas de moros muy repetidas por toda la iglesia.