Una extraordinaria historia de amistad inspira la película Green Book, uno de los títulos de mayor interés actualmente en cartelera.

El argumento, basado en una historia real, desgrana el viaje que acometen juntos un músico negro y un chófer blanco, de origen italiano, por el viejo y profundo Sur de los Estados Unidos. La cinta transcurre en los años sesenta, en un país en plena convulsión por la guerrra de Vietnam, el racismo, la mafia y los intentos de los Kennedy por cambiar todo eso. Bobby Kennedy será, de hecho, apelado por el protagonista, el músico Don Shirley, cuando sea víctima de una serie de desprecios por parte de los mismos blancos que le aplauden a rabiar en sus conciertos de música clásica, pero que cuando tienen que sentarse con él en la misma mesa se levantan educadamente o lo sientan en otra.

El personaje del músico, prodigiosamente interpretado por el actor Mahershala Ali, encuentra constante réplica en un no menos iluminado Viggo Mortensen. Su rol de chófer y guardaespaldas del gran concertista le sitúa en un contraplano permanente, el complemento ideal, como un nuevo Sancho Panza de ese quijotesco Don empeñado en cambiar el mundo, o al menos de mejorarlo.

Culto, seductor, con una educación rayana en la exquisitez, el pianista se enfrentará a situaciones de intolerancia y desprecio racista, que afrontará con enorme dignidad, aunque no de todas ellas salga airoso ni ileso.

Sus propios hermanos, los ciudadanos negros del Sur, norteamericanos, sí, pero todavía lastrados por la falta de derechos y la alargada sombra de la esclavitud, lo rechazarán y estigmatizarán con el dedo acusador del clasismo.

En sus momentos de debilidad, Don no sabrá muy bien quién es, si un negro en el mundo de los blancos o un blanco en el mundo de los negros, pero ahí estará su ángel tutelar, su chófer, su guardaespaldas, su amigo Tony Vallelonga, para sacarle las castañas del fuego. Don ayudará a Tony a escribir las cartas a su mujer, mientras siguen de gira, y juntos irán escribiendo a cuatro manos este bello poema cinematográfico, que es un canto necesario a la amistad, a la solidaridad y a la justicia.