JUSTICIA

La vida sigue igual

***José M Padilla

***Zaragoza

Igual que dice la canción, con éstos seguimos igual..., los maltratos, siguen igual o peor, hasta que sale una condena para uno o una, que de todo hay, en un tanto por ciento bastante alto seguramente ella esta muerta ya, a qué esperan.

Ahora hay otro gobierno y que hacen, subirse los sueldos lo que ellos ven conveniente, pero eso sí, si las cuentas no cuadran, solución, subir los impuestos en general lo que les de la gana, y nosotros como no, calladitos. Ahora quieren cambiar la constitución, para qué, no lo sé, debe de ser de urgencia, porque es más importante que todo lo que se ha quemado en Andalucía, porque comparado con lo del Prestige, en cuyas costas ya se puede pescar, que me digan entonces lo que tardarán en recuperarse todos esos árboles, porque a que no tardan ni tres ni cuatro ni...a que tardan más de treinta años o más en volver a ser lo que era, porque por la información dada, también deja mucho que desear...

Y donde están esos que gritaban tanto, ahora ha atentado eta, y que buenos, no han matado a nadie, verdad, avisan a que sí, que me digan las vidas de personas y de niños que mataron en el cuartel de Zaragoza, de qué eran culpables, ¿de ser guardia civiles?, y los niños ¿de qué?, pero éstos seguirán igual en vez de imponer penas más duras, tanto para el maltratador, el que comete actos incendiarios, vandálicos, etc, y atentados terroristas, porque a fin de cuentas todos son iguales, de la misma calaña y se dejan de chorradas, y se preocupan de lo que de verdad nos interesa a todos y es que haya una justicia de verdad.

HOMENAJE

El alcalde de Cerollera

***Ramón Mur

***Bajo Aragón

Dalmacio Albiol ha sido un ejemplo de alcalde. Jubilado de minero, a sus 71 años tiene el cuerpo curtido. Las manos cicatrizadas por el trabajo, la tez un tanto opaca pero los ojos rutilantes de vitalidad. Ha estado 32 años en el Ayuntamiento de La Cerollera, la mitad como concejal. Y las cuatro legislaturas anteriores al 25 de mayo de 2003, de alcalde.

Diario de Teruel publicó el domingo pasado una entrañable y excelente entrevista con Dalmacio. "Me gustaría volver a ser alcalde", le dijo a M. Gutiérrez. Pero su corazón minero, más que advertido de infarto, le impidió presentarse a la quinta reelección en los últimos comicios municipales.

Dalmacio ha sido el alcalde de la convivencia entre los 128 residentes censados de La Cerolla. Y también entre los que van y vienen o porque son oriundos y vuelven cuando pueden; o porque han aparecido por el pueblo del músico Francisco Secanilla en busca de trabajo. Dalmacio ha sabido levantar con pericia la batuta de la convivencia sobre todas las cabezas. Una tarea tan difícil que muy pocos alcaldes saben acometer. En los pueblos pequeños es placentero vivir pero, en ocasiones, resulta problemático convivir.

El homenaje que el pasado día 20 rindió el Ayuntamiento de La Cerollera a sus 24 alcaldes del siglo XX fue, en realidad, el reconocimiento a un pueblo que, en cien años de conflictos incluso cruentos, supo mantener a alto nivel un encomiable espíritu de paz y convivencia.

El último de todos ellos, de los alcaldes de La Cerollera en el ya pasado siglo, fue Dalmacio Albiol. Un regidor municipal socialista que jamás se quedó encerrado en la "Casa de la Vila". Todo lo contrario. Dalmacio también ha destacado en sus salidas a la capital para defender y pelear por los intereses de su pueblo. "En casi todas partes a las que iba conseguía que me dieran lo que pedía", confiesa hoy sin presumir de nada.

Dalmacio Albiol, un ejemplo de alcalde, tanto hacia el interior como al exterior de La Cerollera.

* Periodista, responsable del Servicio de Prensa del Consejo Comarcal del Bajo Aragón.