En el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se han iniciado los actos de celebración del centenario de su declaración como espacio protegido. Un siglo de conservación de un auténtico monumento natural, admiración de los millones de visitantes que lo han recorrido. Pero como dijo ayer el consejero Joaquín Olona, la conservación del parque debe ir de la mano del desarrollo de los municipios de la zona, frenando la despoblación que les acucia desde hace décadas. Necesitan servicios y comunicaciones. Ese es el reto.