La modificación semafórica del cruce de Goya con Sagasta, en Zaragoza, aparece como la responsable de los cuatro accidentes que se han producido en los primeros cinco días de su puesta en marcha. Para ser más precisos habría que decir que la responsabilidad es de los conductores que todavía no han asimilado el nuevo diseño del cruce, en el que se ha incluido un paso de peatones desde el bulevar y un carril bici. El orden de los semáforos ya no es el habitual y da la impresión que pesa mucho la costumbre. La solución debe pasar por poner agentes hasta que se normalice la nueva costumbre.