Los representantes de las máximas instituciones del Estado, el Rey Juan Carlos, el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, y el del Congreso, Manuel Marín, han dado una gran lección a los agentes económicos y sociales españoles, que no han sabido estar a la altura de las circunstancias en su apoyo a la candidatura de Zaragoza a la Expo 2008. Ni el presidente de la CEOE, José María Cuevas, ni los secretarios generales de UGT y CCOO, Cándido Méndez y José María Fidalgo, respectivamente, asistieron al encuentro con los representantes del BIE. Todos ellos delegaron en terceros, algo que no hizo el Rey. Cuestión de clase.