Aragón pelea contra el déficit. En noviembre alcanzaba ya el 1,58%, aunque el consejero de Hacienda, José Luis Saz, uno de los miembros más activos del Ejecutivo, asegura que mediante un milagro de última hora logrará bajarlo en diciembre al 1,30%, que es lo impuesto por el Gobierno central. Saz confía en haber recaudado en el último mes del año más que en cualquiera de los anteriores. Por si acaso, la DGA acabó 2013 con el freno de mano echado en lo que a gastos y pagos se refiere. La oposición, por su parte, considera que la situación creada evidencia un fracaso de la presidenta Rudi y su equipo. El problema de fondo es que los recortes no parecen estar sirviendo para domeñar el déficit aragonés y reducir la deuda. Por el contrario, esta última no deja de subir. La bajada de ingresos (los últimos cálculos evalúan la economía sumergida en un 22,3% de nuestro PIB regional) tiene la culpa de esta carrera contra nosotros mismos en la que no se ve la meta por ninguna parte. Y eso en Aragón, donde la ejecución de las inversiones recogidas en los presupuestos no ha pasado de la mitad de lo previsto. Una situación muy inquietante.