La presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, asumió ayer en las Cortes que será difícil cumplir el objetivo del déficit. Si a finales de septiembre se sitúa en el 1,03% cuando el tope debería ser el 1% y faltan tres meses de gasto, lo extraordinario sería verlo fácil. Pero el desfase negativo de un objetivo con el que se comprometió no le hace dudar de su gestión, lo achaca al actual sistema de financiación autonómica, un modelo que "aprobaron y aplaudieron" los gobiernos socialistas de España y Aragón. El PP, con mayoría absoluta desde el 2011, no ha debido de tener opción de cambiarlo.