Pensamos que ya lo hemos visto todo, y de repente la realidad nos vuelve a sorprender. Este domingo en mitad del sopor de la tarde, lo inesperado fue algo realmente agradable y llegó desde La Moncloa. Zapatero anunciaba la inmediata retirada de Irak de las tropas españolas. Increíble pero cierto: ¡un político que cumple con su programa! Bromas a parte, lo más atípico del gesto de Zapatero es la rapidez con que ha cumplido la más polémica de todas sus promesas electorales. Sin excusas, su primera acción de gobierno es zanjar de un plumazo su mayor compromiso. Las izquierdas estaban instaladas en un perpetuo escepticismo desde que aquel "OTAN, de entrada no" se convirtió en "OTAN, te la comes con patatas". El inusual gesto de ZP, aunque nos pille desentrenados, ha llenado la sociedad española de una extraña y eufórica esperanza. En los últimos veinte años hemos tenido sólo dos presidentes: González era un encantador de serpientes y Aznar un hombre altivo que despreció a las multitudes del No a la Guerra . Ahora tenemos en el poder un hombre normal que parece que nos escucha y que cumple lo que promete. Disfrutemos mientras dure.

*Músico y gestor cultural