Cada día que pasa se conocen nuevos datos de la estafa de usuarios del transporte público de Zaragoza han cometido tanto al ayuntamiento de la ciudad como a las empresas del bus y del tranvía. El sistema elegido para encriptar los datos de las tarjetas y garantizar el uso correcto de las mismas fue el más obsoleto, según los expertos, lo que facilitó a los espabilados acceder al sistema y recargar las mismas sin pagar nada o casi nada. Tanto la empresa que configuró las tarjetas como la de los transportes deben de dar explicaciones, acudir a la Policía y cambiar el modelo urgentemente.