No es para hacer ninguna gracieta con la canción de Raphael. Son las nueve de la noche, la circulación ha amainado, apenas pasan vehículos. El silencio en la calle deja oír las voces que van tomando protagonismo, saludos, conversaciones que son interrumpidas por golpes secos y fuertes, son las tapas de los contenedores de basura que se dejan caer a peso después de revolver las bolsas de basura, en las que, seguro, hay algo encontrado para pasar del hambre. El arte, que en muchas ocasiones, ha sido reflejo de la situación del momento, se podría ver representado, si viviera, en Duane Hanson, el hiperrealista por antonomasia tendría material de inspiración para reflejar la cada vez más abundante sociedad del empobrecimiento. Las secciones de economía en los medios de comunicación suponen hoy un atentado contra la ciudadanía, ahora no tenemos coches bomba afortunadamente, pero el terrorismo financiero está dejando a la población sin recursos. ¿Cómo es posible que el presidente de Iberdrola José Ignacio Sánchez reciba retribuciones por 7,4 millones de euros en 2013 y los consumidores hayan pagado un sobrecoste de 1.147 millones en los últimos cuatro años por la tarifa de la luz? ¡Es de escándalo! Nos cuentan que la crisis va aminorando, pero la realidad es muy tozuda y el consumo está aún muy ralentizado, no se vende, no se compra, no se dan créditos y poco a poco las pymes se van apagando. En cambio el nuevo consejero del Santander, Javier Marín, gana 6,34 millones, algo menos que su predecesor Alfredo Sáez que llegó a los 8 millones. Se podría ironizar diciendo que ha sido un detalle que se bajara el sueldo. Entonces ¿qué es lo que nos están contando? Pintora y profesora