La Consejería de Educación que dirige Dolores Serrat habrá aumentado los recursos para las becas del comedor y hasta para los libros de texto, pero aun así está recibiendo la contestación de todos los sectores educativos --hasta de la concertada--, porque las necesidades superan a los fondos, limitados al cumplimiento de unos requisitos leoninos, absurdos, de pura supervivencia. El aumento de casi el 50% anual de solicitudes aceptadas (más los miles de denegadas) no hace sino evidenciar una realidad social crítica en muchas familias aragonesas. Y las respuestas del Gobierno no están a la altura.