Hoy es el día en que Rodrigo Rato se puede convertir en director del Fondo Monetario Internacional (FMI). El exvicepresidente ha tenido que sortear unos cuantos escollos porque no todos los países, por ejemplo Francia, estaban por la labor. A Rato el cargo le va como anillo al dedo, porque él es un liberal y siempre ha estado en sintonía con las decisiones del organismo. En todo caso es una buena noticia que un español esté al frente de uno de los organismos internacionales más importantes. Pero más allá del chauvinismo, hay que analizar lo que para el PP supone el alejamiento del que ha sido uno de sus principales líderes. Rodrigo Rato acató pero no entendió la decisión de Aznar al designar a Mariano Rajoy al frente del PP. El esperaba ser elegido, y sin duda era el favorito de su partido, aunque los populares, mientras Aznar mandaba fueron un ejército disciplinado y no se opusieron jamás a las decisiones de su jefe. A Rato le dolió la decisión de Aznar por más que lo encajó con deportividad británica, pero se le notaba en el gesto la decepción. Hay quien dice que la marcha de Rato favorece al PSOE, y de ahí que el nuevo Gobierno haya apoyado con entusiasmo el nombramiento. Sin duda el no tener enfrente a un hombre del peso político de Rato es una ventaja para el PSOE y para Zapatero. Es verdad que Rato es más líder, es un político con tirón, un peso pesado todo terreno, con un perfil centrista por su talante por más que sea extremadamente liberal en lo que a cuestiones económicas se refiere, de ahí su elección al frente del FMI. A Rato le espera un reto importante ya que en estos momentos la institución que va a dirigir sufre una cierta crisis. No lo va a tener fácil, pero tampoco imposible, y el reto es a la medida de su inteligencia y talento. En cuanto a su futuro político en España, me parece a mi que el que ahora se vaya no significa que no pueda volver, todo dependerá de lo que sea capaz de hacer o no hacer Rajoy. Porque o Rajoy empieza a recuperar posiciones o está claro que más pronto que tarde sustituirán su liderazgo y todos los ojos se volverán hacia Rato. *Periodista