El general Navarro Ruiz admitió ayer ante la juez Palacios que no se realizó ninguna autopsia de los cadáveres de los militares muertos en el accidente del Yak, que su labor y la del equipo médico que dirigía se limitó a comprobar el estado de los restos humanos e identificarlos por los nombres de las guerreras y los rasgos físicos. A estas comprobaciones visuales el general Navarro las denominó ayer "autopsias light". Ante la juez Palacios el general Navarro ejerció más de médico que de militar; ayer se le apoderó el juramento hipocrático y asumió su falta de profesionalidad, justo lo contrario que cuando afirmó pública y tajantemente que si no hubiera estado seguro de la identificación de los 62 militares nunca habría traído sus cadáveres a España. Los modos utilizados por el Ejército español para repatriar los cuerpos de sus soldados fueron rechazados por las autoridades turcas. Ayer Navarro aún se atrevió a cuestionar el método turco.