Quizá sea cosa del aragonés, pero lo cierto es que los grandes retos son los que nos motivan. Somos capaces de emprender una Expo y en cambio un simple cruce de avenidas como la de Madrid, en vez de resolverlo con pasos a nivel, damos una solución de madeja sin devanar con los consiguientes atascos insufribles. Pero como lo nuestro son los retos ahora ya tenemos otro: la Expo 2008. Tal como se ha presentado en París, nuestra candidatura es suficientemente atractiva, y después de ver todas las grandes inversiones que se harían, sin duda Zaragoza será un antes y un después. Pero, Expos aparte, de conseguir alzar una ciudad y crear infraestructuras éstas deberían tener una utilidad universal con el propósito de aplicar soluciones a los países del tercer mundo que sufren hambrunas precisamente por la escasez de agua. En este caso, el agua y desarrollo sostenible sería el tema perfecto para llevarlo a cabo en estos países, dándolo a conocer como objetivo principal de la Expo. Aunque Salónica presentó algo parecido, llevarlo a la práctica sería un instrumento que le daría la importancia y trascendencia para su total aprobación.

*Pintora y profesora de FP