Quizás es excesivo decir, como hace el concejal de Economía, Fernando Rivarés, que el Ministerio de Hacienda ha dejado tirada a Zaragoza con la deuda del tranvía, pero lo que sí parece certero es que no está tratando muy bien a la ciudad. El ministerio se reafirma en la prohibición de captar créditos y la obligación de computar 189 millones como deuda en la contabilidad municipal, algo que frena cualquier avance económico del ayuntamiento. El Gobierno que se forme tras el 28A y el alcalde que salga del 26M tendrán que sentarse a hablar y así la ciudad podrá tomar aire.