He caído en la cuenta de que tres de los temas más tozudos en los media, en la tele sobre todo, me dejan frío. A mí me pasa como al gran jarrón chino que es Felipe González (que estuvo el miércoles en Zaragoza), que hay cosas que me aburren; él dejó un sueldo de 120.000 euros al año porque le aburría sentarse en una mesa de empresas energéticas. Reconozco que ese curro no debe ser muy excitante, pero renunciar a 20 kilates es para ser muy chulo.

Los temas que tozudamente me persiguen son: las primarias del PSOE, el paseíllo de la infanta y la independencia de Cataluña. Allá donde vaya y donde haya una conexión a una tele, los veo aparecer con ruidoso encono y agitación. Iba en el auto y en lo de Pepa Bueno (SER) estaba el consejero Francesc Homs de la Generalitat. Con la matraca de la independencia. Por fortuna Pepa es buena periodista y por tanto hace buenas preguntas. Más o menos: ¿cómo han llevado al pueblo catalán a este abismo con la de recortes y sacrificios que les están pidiendo? ¿Por qué no dedican su energía a solucionar lo básico? Las reflexiones son de gran clase. Homs dudó pero respondió (a los políticos no les pagan por solucionar sino por responder algo): "Es que la independencia nos daría instrumentos" ¡Ah, eran las herramientas! "Con otros instrumentos haríamos mejores cosas". No nos habló de los 600.000 parados catalanes y otros delicados problemas locales, que a nadie preocupan.

¿Entienden ahora por qué huyo de estos apasionados temas?