Asunto cerrado. Marcelino Iglesias zanjó ayer la pugna por la instalación de Ikea "desautorizando" los contactos que se habían mantenido desde su gobierno con responsables de la firma sueca para que se instalara en Pla-Za. Es lo que Juan Alberto Belloch dijo que le había dicho Iglesias, y el alcalde se dio por satisfecho después de que el presidente le asegurara que no es intención del ejecutivo robarle proyectos privados llamados a dinamizar zonas de nuevo desarrollo en la ciudad. La cuestión parece pues zanjada desde el punto de vista político, pero la polémica puede tener otras consecuencias más tangibles. Hasta el momento, Ikea no barajaba más opción que la de Puerto Venecia para instalarse en Zaragoza. Ahora mismo, después de los contactos desautorizados con la DGA, los suelos comerciales de Pla-Za pueden convertirse en una seductora alternativa para esta multinacional del mueble. De hecho, no la descarta.