Burgos representaba como nadie la España del caciquismo hasta que los vecinos del Gamonal han dicho ¡basta! Andan sobrados de razones desde los tiempos, pero lo sorprendente, lo inexplicable para el gran poder es que las hayan manifestado por algo tan supermono como es el bulevar. Lo cierto es que en Burgos no se explican muchas cosas. Por ejemplo el precio de la vivienda, uno de los más caros de España porque la práctica totalidad del suelo es propiedad del potentado Méndez Pozo, un constructor que acabó en la cárcel en un proceso que le costó el cargo al alcalde popular José María Peña, quien acabó inhabilitado por prevaricar a favor del constructor. Inexplicablemente también, el PP pagó 190.000 euros a Peña para que fuera tirando hasta que el presidente Aznar le levantó la inhabilitación y pudo presentarse a las elecciones. Y otra vez, no se explica, los burgaleses le dieron su apoyo porque los burgaleses se informan mayoritariamente a través de los medios de comunicación de Méndez, cuyas empresas han seguido ganando mucho dinero en plena crisis porque el exconvicto constructor sigue copando la obra pública, desde hospitales hasta el bulevar. Es lógico que un tipo al que le van tan bien las cosas desde que Aznar lo elevó a la categoría de "asesor urbanístico" considere lamentable y antidemocrático el levantamiento vecinal. No se explica que el Gamonal sea el primero en responder a la pregunta que se hizo el Financial Times hace unos meses: ¿Qué pasa en España que no pasa nada? Periodista