Tras años precedentes de fuertes tensiones, la DGA confía en un inicio de curso escolar tranquilo, salvo casos muy puntuales. ¿La causa? Desde la lejanía del observador es evidente. Solucionar con la ayuda de un proceso informático la asignación de centros y haber alcanzado un pacto con los sindicatos sobre los interinos se antojan los dos factores fundamentales de tranquilidad. Siempre queda algo por hacer, y más en el terreno de la Educación, pero queda claro que cuando se toman decisiones estructurales se consiguen resultados a medio plazo. Aunque produzcan algunos traumas momentáneos en el momento de ser aplicadas.