José Antonio Labordeta ha recibido el mejor regalo que puede recibir un escritor: que le pidan un libro dedicado con la delicadeza que lo ha hecho Miguel Angel Ibáñez, un zaragozano que reside en Japón. Resulta que Miguel Angel perdió en el metro el libro Cuentos de San Cayetano que le había prestado un amigo. Como el libro estaba dedicado por el autor, nuestro compatriota escribió a Labordeta para pedirle que le dedicara los dos libros que le haría llegar un familiar: uno para él y otro para el amigo. Por descontado que los dos libros viajan ya hacia Japón.