Javier Lambán y Nacho Escartín es la historia de un amor imposible que tiene que ser, de una oportunidad para ambos. Uno y otro se necesitan, lo saben pero se resisten. Ninguno quiere dar su brazo a torcer pero la izquierda debe tener claro que este pacto es el único que les beneficia. El candidato del PSOE a la DGA quiere cerrar la investidura esta misma semana y sabe que su objetivo es lograr aunar al PAR y a Podemos. Difícil pero no imposible. Escartín también lo tiene asumido pero forzará. El líder de Podemos no se lo va a poner nada fácil, pero es mejor que repetir elecciones.