ADMINISTRACIÓN

Burocracia inadmisible

José Martín Escudero

Zaragoza

Para realizar un viaje fuera de España he tenido que solicitar la Tarjeta Sanitaria Europea, para lo cual he solicitado el necesario trámite de pedir una cita previa en la delegación de INSS de la comunidad en la que tengo mi residencia. Acudo en la fecha en que me han citado. La funcionaria, muy amable, me pregunta para qué fecha voy a necesitar la citada tarjeta y al decirle que salgo de viaje dentro de once días me informa que el plazo es muy justo para que pueda recibirla antes de mi salida y me sugiere que puede hacerme un certificado como que la tengo solicitada, que tiene la misma validez. Le comento que unos años antes la entrega de la tarjeta era inmediata. Ante mi estupor e incredulidad, la funcionara me explica que mi solicitud va a Madrid, donde una empresa privada se encarga de tramitar las tarjetas, que son enviadas al domicilio del usuario en un plazo mínimo de diez días. Y me añade que las máquinas que imprimían las tarjetas "duermen el sueño de los justos" en el sótano del edificio.

El mismo día mi sobrina solicita la misma tarjeta que yo. Al cumplimentar la solicitud de cita previa por internet le dicen que los datos no son correctos. Acude a la oficina de INSS para preguntar por qué no puede hacer la solicitud y le dicen que como ha cambiado de domicilio el Servicio Aragonés de Salud no comunica a Madrid las modificaciones de domicilio, lo que provoca ese problema.

Estos son dos ejemplos, podría poner alguno más, del mal funcionamiento de la burocracia de este país. Son muchos los impuestos que pagamos para que las administraciones nacionales y autonómicas sigan mareando y haciendo perder el tiempo a los ciudadanos. ¡Despierten de una vez... estamos ya en el siglo XXI!