El entrenador del Zaragoza, Víctor Muñoz, se quedó pasmado cuando se enteró que el próximo partido de Liga a jugar en La Romareda, frente al Numancia, no se podrá celebrar en sábado, como él quería, sino el domingo, 5 de diciembre. Más planchado se quedó cuando se enteró que todo fue por una falta de previsión del equipo directivo encargado de poner fechas y horas a los partidos, ya que, como las que mandan realmente son las televisiones, resulta que ese sábado no hay sitio para otro partido. Y es que hay que hacer las cosas con previsión.