El presidente extremeño no tiene total afinidad política con Pasqual Maragall y ahora se ha sabido que tampoco le tiene mucha simpatía personal. Y lo explica: "Es que Maragall nunca paga". Rodríguez Ibarra dice que ha estado comiendo varias veces con él y que a los postres, el presidente de la Generalitat de Cataluña se levanta, se va, y le deja con la factura. La última vez lo hizo en Bruselas, cuando fue elegido presidente del Comité de las Regiones. "Nos invitó a comer para celebrarlo, y a los postres nos dejó allí. Tuvo que pagar Marcelino Iglesias.