La esperada apertura del monasterio de Veruela se coló ayer en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) por boca de la ministra del ramo, Reyes Maroto. Es, al menos, la tercera vez que se lanza a los cuatro vientos el «interés» del Gobierno central por poner en marcha este enclave que será un dinamizador de la economía de la zona. Algunas de ellas en vísperas de periodos electorales (será casualidad). Pero, una vez faltaba una escalera, otra una puerta trasera... Ahora, con unos presupuestos estatales en el aire, parece que no sería problema. Pues oído queda. Si no sería problema, que no lo sea, y que las palabras de la ministra no rueden como las palomeras por el somontano del Moncayo. A ver si es verdad.