Hay gente a la que le molesta el uso de términos guerreros cuando se habla del virus. Como en todo conflicto bélico hay un enemigo contra el que se enfrentan los soldados, tenemos gente en la primera línea, en la trinchera, a veces sin escudo ni armas apropiadas a los que hemos denominado nuestros héroes. Claro que no es una guerra, es una pandemia capaz de parar el mundo y de matar a cientos de miles de personas, pero de alguna forma hay que entenderse. Nunca oí a nadie quejarse del lenguaje bélico aplicado en el ámbito del deporte. Nuestra selección de fútbol es la 'Furia española' rememorando el saqueo de Amberes por los tercios de Flandes y la forma de meter goles de un jugador del Bilbao y capitán de la selección, llamado Belauste, en un España-Suecia jugado en 1920. También es la 'Furia roja'. Los del tenis son nuestra 'Escuadra invencible' sobre todo si juega Nadal. En balomnano son los 'Hispanos' y las 'Guerreras', para que quede claro. No hay más que oír una retransmisión deportiva para comprobar el uso y abuso de términos bélicos.

Otra palabra muy utilizada ahora es la de 'comunidad'. Marchioni decía que el término incluye un territorio concreto, con una población determinada que dispone de determinados recursos y que tiene determinadas demandas. Pero ¿qué es lo que nos une y quien está incluido o excluido de la comunidad y cuáles son sus límites? Los partidos son como una 'familia', lo que ya es decir. Se da el pésame a la familia del PP cuando muere el presidente Lanzuela o a la del PSOE, cuando muere Rubalcaba o Mújica. Pujol era el nuevo 'Padre' de la patria catalana y la Constitución, como es sabido, también tiene 'padres'. Ninguna madre. En fin, por ahora lo que vemos en los Parlamentos es que hay gente que está en guerra pero contra los demás y que no tienen ni pajolera idea del significado de la palabra 'comunidad'.

*Profesor de universidad