Los cimientos del rock se han removido de arriba abajo con la exclusiva que este periódico acaba de servir a sus lectores: ¡Metallica actuará en Zaragoza! Casi nada...

Son palabras mayores. Tanto por la leyenda del grupo, mundialmente reconocido como uno de los sonidos claves para entender la evolución del rock en los ochenta y noventa, como por su magnitud y espectacularidad escénica.

A estos atractivos, ya de por sí más que suficientes para reventar un estadio, podría añadirse la circunstancia, todavía en el aire, de que se tratara de un concierto único en España. En ese caso, el show de La Romareda, previsto, en principio, para este próximo verano, se convertiría en una auténtica bomba. Tendría capacidad de generar una inimaginable publicidad, atraería a miles de aficionados procedentes de las más diversas geografías y, desde luego, reconfirmaría a Zaragoza como sede definitivamente recuperada para los grandes circuitos de la música popular.

Prudentemente, la concejal de Cultura, Rosa Borraz, no ha confirmado de manera oficial una noticia que todavía no está sustentada sobre la garantía de un contrato definitivo, acordado y firmado por ambas partes, pero fuentes de la promotora Gamerco, dirigida por el legendario Gay Mercader (el primer manager que trajo a los Rolling a España) han dado por cerrada una actuación cuyas negociaciones han debido llevarse en riguroso secreto. La exclusividad, el privilegio de organizar un concierto único, dependerá de la puja de otras ciudades interesadas en hacerse con el concierto --Bilbao, fundamentalmente, con larga tradición rockera, y alguna capital gallega, amparada por el chorreo del Xacobeo--, pero, en cualquier caso, pase lo que pase, hagan los demás lo que hagan, Kirk Hammett, James Hetfield, Lars Ulrich y Rob Trujillo descargarán su fiereza instrumental el próximo 19 de junio, sábado, sobre el debidamente protegido pasto del estadio municipal de fútbol de La Romareda (que es de todos).

En estos tiempos de cultura rápida, de música ambiental, de canciones de instituto, de compositores de ripios, baladistas, mocosos de OT y demás peña prescindible, una banda como Metallica tiene que responsabilizarse más que nunca de mantener viva la antorcha del rock, su contracultura, su visionaria raíz.

Rock duro, clásico, que hunde sus raíces en el trash-metal , el budgie , el heavy y el punk . La sabia mezcla de todas esas influencias, más un personalísimo estilo de componer, amparado en una transgresora inspiración y en la depurada técnica de todos los miembros del grupo han hecho grandes a los autores de Bleeding me, Fuel, Devil´s dance y tantos otros temas imprescindibles incluidos en álbunes titulados con letras de acero y oro: Kill´ Em All, Master of Puppets o ese vertiginoso Vertigo grabado con la Sinfónica de San Francisco, uno de esos discos capaces de resucitar a un muerto...

A la espera de que la producción se ponga en marcha, hay que felicitar a los autores de la gestión, y desearles suerte para que nada se tuerza antes del 19 de junio. Fecha mágica.

*Escritor y periodista