La ciudad de Zaragoza vivió ayer en primera persona el problema que viven miles de aragoneses que se dedican a la agricultura gracias a la tractorada que denunció la situación del sector. La protesta está bien para que se visualice una situación preocupante, pero ahora es el momento de que esta protesta sea tenida en cuenta por las instituciones, especialmente a nivel europeo, para que se refuerce la PAC y que la política de precios sea justa y proporcionada.