Pirene era una bella ninfa a la que Zeus designó para cuidar las aguas del más precioso de los valles del sur de Europa; valles que acababan de emerger del fondo de un océano que allí existía hasta ese momento. El perverso Gerión, tricefálico monstruo que por esos entornos habitaba, quiso poseer a Pirene con muy malas artes. No lo consiguió. Gerión entonces se vengó quemando el valle. En defensa de la hermosa ninfa llegó Hércules y mató al malvado; pero el bienhechor no pudo impedir la muerte de su defendida que expiró de pena al ver sus montañas calcinadas. El espíritu de Pirene estuvo ayer en Zaragoza, capital de la cumbre hispano-francesa del 7 de diciembre de 2004, capital del eje España-Francia, capital de la Expo 2008 si Trieste no lo impide. El espíritu de Pirene estuvo ayer en Zaragoza junto a los presidentes Rodríguez Zapatero y Chirac, y reivindicó la reapertura de la antigua línea ferroviaria Canfranc-Olorón así como la instauración de otra nueva por el Vignemale para el transporte transpirenaico de mercancías, necesario by-pass para el Pirineo Central que ayudaría a vertebrar social y económicamente Aragón y el resto de España con Francia y Europa.

*Doctor en Medicina y radiólogo