Menos de 24 horas antes de que médicos y enfermeros iniciaran una huelga que aspiraba a ser indefinida se desconvocó por el acuerdo alcanzado entre el gerente del Salud, Javier Marión, y los representantes sindicales. Dos grupos de trabajo abordarán las reclamaciones de los sanitarios y será el nuevo Gobierno el que decida con resultados sobre la mesa. Para los sindicatos, el acuerdo ni es «un brindis al sol» ni garantiza la paz social en el sector. Lo que de momento sí supone es un ejercicio de responsabilidad por parte de los convocantes, que reclamaban unas medidas a un Gobierno con un presupuesto prorrogado, con nulo margen de maniobras y a un mes de unas elecciones autonómicas.