Ya no caben más recursos después de que el Vaticano haya rechazado el presentado por el obispado de Lérida contra la orden de la Santa Sede que le obliga a devolver el patrimonio religioso que es propiedad de las parroquias oscenses de la Franja. El obispo Ciuraneta sabe lo que significa la obediencia y el cumplimiento de las leyes vaticanas. El museo de Lérida no debe exhibir por más tiempo las imágenes, retablos y objetos religiosos que fueron sacados de las parroquias que durante unos años han permanecido bajo la potestad de la diócesis de Lérida. Todo este patrimonio tiene su sitio y sus fieles, y debe volver si más dilación.