El obispo Juan José Omella dejará en breve la diócesis de Barbastro sin haber podido cerrar el contencioso de los bienes religiosos que mantiene con el obispo de Lérida. El Papa lo envía a cumplir un nuevo magisterio a La Rioja y vuelve a dejar vacío el obispado de Barbastro-Monzón por un tiempo que en la Iglesia siempre es indeterminado. Omella se hizo cargo de la diócesis de Barbastro en 1999 con el compromiso firme de "luchar" por la recuperación de los bienes de la Franja, que Lérida se niega a devolver. Tomaba el testigo que le dejaba su antecesor, Ambrosio Echevarría, que puso mucho empeño en devolver a las parroquias de Huesca los objetos religiosos en litigio. Al margen de la justicia vaticana y de las reivindicaciones institucionales y populares, los obispos se entienden bien, y tanto Echevarría como Omella le tenían tomada la medida del debate al obispo de Lérida. Ahora habrá que empezar de nuevo.