Seis años de éxitos, con dos Eurocopas y un Mundial, plantearon la Copa del Mundo de Brasil como una nueva gallina de los huevos de oro para el entorno no deportivo de la Roja. Pero las mejores previsiones se derrumbaron con el inesperado KO a la primera. Al margen de perder la polémica prima de 720.000 euros, afectará a la baja a los derechos de imagen de los internacionales y de la federación. Pero ha tenido ya un impacto negativo en los más diversos frentes. Una web especializada en consumo cifra en casi mil millones lo que se hubiera gastado en los hogares españoles si el equipo hubiera campeonado el 13 de julio en Maracaná. Si la economía ya no es una ciencia exacta, mucho menos algo que va asociado a un hecho tan aleatorio como que el balón entre o no. Pero no por ello resulta ilógico que Adidas, patrocinadora de España, tuviera un amplio estoc de camisetas oficiales, que ahora debe ofrecer con descuentos antes del inicio de las rebajas. O que Mediaset haya tenido que cambiar su parrilla televisiva porque las audiencias se resienten. En definitiva, en el fútbol, dos y dos no siempre son cuatro.