Menos mal que el viaje dura un suspiro, porque hasta el momento es prácticamente imposible hablar desde el AVE y con el AVE. La falta de acuerdo entre Renfe y las operadoras de telefonía impide que el tren disponga de cobertura a lo largo del trayecto, aunque en algunas zonas más despejadas no es difícil establecer conexión. En el tren que ayer llegó a media tarde a Zaragoza viajaban el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, los consejeros de Obras Públicas y Universidad, y siete directores generales, que sufrieron las zonas de sombra .